Paseaba esa tarde por calles asfaltadas, donde tantas y tantas veces solía caminar cuando era joven y tristemente descubrí que aquellos tiempos hacia mucho habían pasado. Hoy por esas mismas calles corrían jóvenes a coger el metro hablando por sus celulares. Ancianos con sus pasos cortos, camino al parque central para tomar el fresco de aquella tarde de Otoño y contemplar los niños jugar mientras sus mamas charlaban con otras madres lo mala que estaba la economía en el país.
Al otro lado del parque y sentados en una banca, dos universitarios tomados de la mano, se besaban bajo un gran árbol milenario de los tantos que había en el lugar. Contemplaban el cielo y se veían felices, sin importarles para nada como estaba de revuelto el mundo en estos tiempos.
Las personas que salían de los trabajos para tomar el autobús, caminaban como robot unos al lado del otro tan rápido como sus piernas se lo permitían y la multitud de personas que habían a esa hora. Querían llegar a sus casas rápido para así poder bañarse, cenar, y mirar un rato la televisión. Más tarde se irían a dormir sin tan siquiera dedicarles un tiempo a sus hijos, preguntándoles como les estaba hiendo en la escuela, si entendían las materias, y luego llevarlos a la cama, arroparlos, leerles un cuento y darles su beso de las buenas noches. Todo esto había quedado en el olvido. Todo se había terminado con la nueva tecnología. Ahora solo malamente se vivía, los valores familiares habían sido renegados a un segundo plano, mas importante era tener una buena posición económica.
Recuerdo que cuando era niña mis padres tomados de las mano se sentaban a charlar de los pormenores del día en el portal de la casa, mi madre le preguntaba cómo marchaba el negocio y mi padre de como estábamos nosotros en la escuela.
Mi padre atendía su negocio pero tenía tiempo para disfrutar con su familia e irnos a la playa los fines de semana, otras veces nos íbanos al parque a jugar, llevando una gran cesta con refrigerios, preparados por las expertas manos de mi querida tía.
Hoy el mundo en el cual vivimos cada integrante de la casa tiene en su cuarto un plasma, un Dvd y los chicos el último equipo electrónico. Así que terminando de cenar van derechos a su habitación para conectar la televisión y ponerse a jugar.
Nada que los tiempos cambian y con ellos los valores sociales también.
Hoy lo primordial es tanto tienes así vales. Seguía recordando a medida que caminaba por las calles asfaltadas de mi ciudad.
FIN
Nelly Pinin
August 05,2010
